El Impacto Positivo de los Huevos en la Salud y el Medio AmbienteLos huevos de gallinas (Gallus gallus domesticus) son una fuente rica en colina, ácido fólico, vitamina D, yodo, vitaminas del complejo B y proteína de alta calidad. Actualmente, los organismos nacionales ya no los consideran un factor de riesgo para la hipercolesterolemia y las enfermedades cardiovasculares (ECV). Sin embargo, persisten preguntas sobre los beneficios y riesgos de consumir huevos regularmente.
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Los huevos son un alimento moderadamente energético y denso en nutrientes, proporcionando 66 kcal y 6.4 g de proteína por huevo mediano, junto con una amplia gama de vitaminas y minerales. Un huevo mediano contiene 4.6 g de grasa total, siendo 1.7 g de esta grasa monoinsaturada. Históricamente, el colesterol se consideraba un nutriente negativo, pero las evaluaciones de riesgo han evolucionado con nuevas evidencias que sugieren un impacto menor del colesterol dietético en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) en comparación con las grasas saturadas. La yema de huevo es una de las pocas fuentes de vitamina D que se encuentra de forma natural, y se cree que la matriz lipídica mejora la biodisponibilidad de los fitonutrientes presentes en la yema, como la luteína y la zeaxantina. Sin embargo, los niveles de estos nutrientes en los huevos dependen de la dieta de las gallinas y pueden ser más bajos en algunos países.
En relación con el marketing nutricional de los huevos, existen diferentes alegaciones de salud permitidas según la normativa de la Comisión Europea sobre Nutrición y Reclamaciones de Salud, lo que destaca la variedad de nutrientes beneficiosos presentes en los huevos. Algunos de los nutrientes presentes en cantidades clínicamente útiles son la colina, la vitamina D, el ácido fólico y el yodo.
La colina es un micronutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de los niños, y los huevos son una fuente rica de este nutriente. Se han establecido recomendaciones de ingesta para diferentes grupos de población, y los huevos pueden contribuir significativamente a alcanzar estas recomendaciones, especialmente en grupos con mayores necesidades y bajas ingestas de colina.
La vitamina D es otro nutriente crítico que puede ser difícil de obtener en cantidades óptimas a través de la dieta, especialmente en regiones con limitada exposición solar. Los huevos son una de las pocas fuentes naturales de vitamina D y pueden ayudar a minimizar las deficiencias de este nutriente en la dieta.
El ácido fólico y el yodo son otros nutrientes importantes proporcionados por los huevos en cantidades significativas. Tener suficiente ácido fólico es crucial, especialmente para las mujeres en edad fértil para proteger a sus futuros hijos contra defectos del tubo neural. El yodo es esencial para el desarrollo cerebral normal del feto y mantener una buena salud reproductiva en general.
La revisión de evidencia que se expone en el presente artículo evaluó recientes pruebas de alta calidad procedentes de ensayos controlados aleatorios (ECA) y metaanálisis de estudios observacionales, además de considerar nuevas áreas de interés, como el control del peso, el metabolismo de proteínas, el riesgo de alergias y la sostenibilidad.
En varios ECA, se observó que los huevos aumentan la síntesis de proteínas musculares y reducen la masa grasa, lo que podría favorecer una composición corporal óptima. Consumir huevos durante una comida también mejoró la saciedad, lo que podría traducirse en un menor consumo de energía, aunque se necesitan más ECA para confirmarlo.
En estudios observacionales, el consumo más elevado de huevos se asoció con un efecto neutro o una modesta reducción del riesgo de ECV. Sin embargo, en cuanto a la incidencia de la diabetes tipo 2 (T2D) y el riesgo de ECV en personas con T2D, hubo inconsistencias entre los datos observacionales y los ECA. Los primeros señalaron asociaciones positivas, mientras que los últimos no encontraron efecto del mayor consumo de huevos en los marcadores de T2D y ECV.
En cuanto a la sostenibilidad, las métricas sugieren que los huevos tienen el menor impacto ambiental entre las proteínas de origen animal. Cuando se consideran dietas sostenibles, el enfoque en las GEI puede hacer que se descuide otro factor importante: el uso de tierras. Datos sugieren que las dietas que contienen plantas, huevos y pescado utilizan la misma cantidad de tierra que una dieta vegana. Por lo tanto, una dieta vegana no es automáticamente más sostenible que una dieta lacto-ovo-vegetariana, especialmente si se utilizan carnes y productos lácteos a base de plantas ultraprocesadas para reemplazar los alimentos de origen animal, lo que a menudo puede ser menos equilibrado nutricionalmente.
Para reducir el riesgo de alergias, se recomienda introducir los huevos en la alimentación complementaria de los bebés en etapas tempranas.
En conclusión, la evidencia apunta a que los huevos son un alimento nutritivo y sugiere que incluirlos en la dieta en cantidades mayores a las consumidas actualmente por las poblaciones europeas puede tener amplios beneficios para la salud.
Fuente: Myers, M., & Ruxton, C. H. S. (2023). Eggs: Healthy or Risky? A Review of Evidence from High Quality Studies on Hen’s Eggs. Nutrients, 15(12), 2657.
Elaborado por:
Sandra Wages Young
Lic. en Nutrición y Dietética
En relación con el marketing nutricional de los huevos, existen diferentes alegaciones de salud permitidas según la normativa de la Comisión Europea sobre Nutrición y Reclamaciones de Salud, lo que destaca la variedad de nutrientes beneficiosos presentes en los huevos. Algunos de los nutrientes presentes en cantidades clínicamente útiles son la colina, la vitamina D, el ácido fólico y el yodo.
La colina es un micronutriente esencial para el crecimiento y desarrollo de los niños, y los huevos son una fuente rica de este nutriente. Se han establecido recomendaciones de ingesta para diferentes grupos de población, y los huevos pueden contribuir significativamente a alcanzar estas recomendaciones, especialmente en grupos con mayores necesidades y bajas ingestas de colina.
La vitamina D es otro nutriente crítico que puede ser difícil de obtener en cantidades óptimas a través de la dieta, especialmente en regiones con limitada exposición solar. Los huevos son una de las pocas fuentes naturales de vitamina D y pueden ayudar a minimizar las deficiencias de este nutriente en la dieta.
El ácido fólico y el yodo son otros nutrientes importantes proporcionados por los huevos en cantidades significativas. Tener suficiente ácido fólico es crucial, especialmente para las mujeres en edad fértil para proteger a sus futuros hijos contra defectos del tubo neural. El yodo es esencial para el desarrollo cerebral normal del feto y mantener una buena salud reproductiva en general.
La revisión de evidencia que se expone en el presente artículo evaluó recientes pruebas de alta calidad procedentes de ensayos controlados aleatorios (ECA) y metaanálisis de estudios observacionales, además de considerar nuevas áreas de interés, como el control del peso, el metabolismo de proteínas, el riesgo de alergias y la sostenibilidad.
En varios ECA, se observó que los huevos aumentan la síntesis de proteínas musculares y reducen la masa grasa, lo que podría favorecer una composición corporal óptima. Consumir huevos durante una comida también mejoró la saciedad, lo que podría traducirse en un menor consumo de energía, aunque se necesitan más ECA para confirmarlo.
En estudios observacionales, el consumo más elevado de huevos se asoció con un efecto neutro o una modesta reducción del riesgo de ECV. Sin embargo, en cuanto a la incidencia de la diabetes tipo 2 (T2D) y el riesgo de ECV en personas con T2D, hubo inconsistencias entre los datos observacionales y los ECA. Los primeros señalaron asociaciones positivas, mientras que los últimos no encontraron efecto del mayor consumo de huevos en los marcadores de T2D y ECV.
En cuanto a la sostenibilidad, las métricas sugieren que los huevos tienen el menor impacto ambiental entre las proteínas de origen animal. Cuando se consideran dietas sostenibles, el enfoque en las GEI puede hacer que se descuide otro factor importante: el uso de tierras. Datos sugieren que las dietas que contienen plantas, huevos y pescado utilizan la misma cantidad de tierra que una dieta vegana. Por lo tanto, una dieta vegana no es automáticamente más sostenible que una dieta lacto-ovo-vegetariana, especialmente si se utilizan carnes y productos lácteos a base de plantas ultraprocesadas para reemplazar los alimentos de origen animal, lo que a menudo puede ser menos equilibrado nutricionalmente.
Para reducir el riesgo de alergias, se recomienda introducir los huevos en la alimentación complementaria de los bebés en etapas tempranas.
En conclusión, la evidencia apunta a que los huevos son un alimento nutritivo y sugiere que incluirlos en la dieta en cantidades mayores a las consumidas actualmente por las poblaciones europeas puede tener amplios beneficios para la salud.
Fuente: Myers, M., & Ruxton, C. H. S. (2023). Eggs: Healthy or Risky? A Review of Evidence from High Quality Studies on Hen’s Eggs. Nutrients, 15(12), 2657.
Elaborado por:
Sandra Wages Young
Lic. en Nutrición y Dietética